Son muchas las personas y familias que se ven afectadas por el Alzheimer. Ser cuidador de una paciente con esta enfermedad requiere de unos cuidados especiales en cuanto a estimulación mental y motora, pero también en cuanto a la higiene.

En lo que refiere a la higiene bucodental, se recomienda que los familiares y cuidadores de estos pacientes supervisen la higiene dental del paciente y que lo lleven al dentista para revisión cada seis meses. Esto es así porque la medicación con la que se trata a estos pacientes puede provocar poca salivación, aumentando el riesgo de aparición de caries y de tener la boca seca.

Por otra parte, cada vez hay más estudios que indican que la prevención de las enfermedades de las encías (gingivitis y periodontitis) pueden jugar un papel clave en el riesgo de desarrollo de la enfermedad y en el rápido progreso de la misma.

Según un estudio publicado en Science Advances, se ha detectado un patógeno propio de las periodontitis crónicas en el cerebro de pacientes con Alzheimer.

Asimismo, una investigación publicada en la revista Journal of Clinical Periodontology, con 150 participantes, encontró indicios de que enfermedades inflamatorias como la periodontitis pueden contribuir al desarrollo y progresión de esta enfermedad.

Es por estas razones por las que, para evitar la progresión más veloz de la enfermedad, recomendamos llevar al paciente a todas las revisiones periódicas. De este modo se pueden detectar las posibles infecciones en las encías de un modo precoz, lo que permite establecer tratamientos adecuados más rápido, limitando esos efectos tan poco deseados. Además, infecciones como caries, periodontitis o gingivitis o el sangrado de las encías durante el cepillado, no solo afectan a enfermedades como el Alzheimer, sino que afectan al estado de salud en general.