Si tu bebé no quiere dejar el chupete y te preocupa que pueda estar afectando a la forma de sus dientes, no estáis solos. Muchos pares se hacen esta misma pregunta cuando notan que la mordida de su hijo empieza a cambiar o que los dientes no crecen bien alineados.
En este artículo vamos a explicarte cómo puede influir el uso prolongado del chupete en la salud bucodental infantil, qué señales debes observar y, lo más importante, si es posible corregir los dientes si ya hay alguna alteración.
Además, te daremos consejos prácticos para ayudar a tu hijo a dejar el chupete de manera respetuosa y sin traumas.
Sigue leyendo, porque con la información adecuada, todo tiene solución.
¿Hasta cuándo es recomendable usar el chupete?
El uso del chupete puede ser seguro durante los primeros meses de vida, ya que ayuda a calmar al bebé y satisface su necesidad natural de succión. Así lo señalan los odontopediatras Sin embargo, se recomienda retirarlo antes de los 2-3 años de edad.
A partir de esta etapa, el uso prolongado del chupete puede afectar al desarrollo adecuado de la boca, la mandíbula y la posición de los dientes. Cuanto más se prolonga su uso, mayor es el riesgo de que aparezcan alteraciones como mordida abierta, mordida cruzada o dientes inclinados hacia adelante.
Por eso, lo ideal es comenzar el proceso de retirada progresiva entre los 12 y los 24 meses, y evitar que el hábito continúe más allá de los 36 meses, incluso si el niño solo lo usa para dormir. Esta medida preventiva puede evitar muchos tratamientos futuros.
¿Cómo afecta el uso prolongado del chupete a los dientes?
El uso prolongado del chupete más allá de los 2-3 años, puede influir en el desarrollo de la boca y la posición de los dientes. Esto ocurre porque la presión constante que ejerce el chupete sobre la mandíbula, dientes y paladar puede modificar su forma con el tiempo.
Las alteraciones más comunes son:
- Mordida abierta anterior: cuando los dientes superiores e inferiores no se tocan al cerrar la boca.
- Mordida cruzada posterior: cuando la arcada superior queda más estrecha que la inferior, provocando un encaje incorrecto.
- Desplazamiento del paladar: la succión prolongada puede provocar que el paladar se eleve y estreche, afectando la mordida y, en algunos casos, el habla.
Es importante destacar que no todos los niños desarrollan estas alteraciones y que el riesgo aumenta con el tiempo y la intensidad del hábito. Un uso controlado y la retirada del chupete a la edad recomendada reducen mucho la probabilidad de problemas.
¿Qué señales indican que el chupete está afectando a los dientes?
En muchos casos, las alteraciones provocadas por el uso prolongado del chupete se detectan en las revisiones odontopediátricas. Sin embargo, hay señales que los padres pueden observar en casa:
- Cambios visibles en la mordida o posición de los dientes. Si al cerrar la boca notas que los dientes superiores e inferiores no encajan bien, o que los dientes delanteros están inclinados hacia afuera, puede ser una señal de mordida alterada.
- Dificultad al masticar o cerrar la boca. Algunos niños pueden presentar problemas al morder ciertos alimentos o no lograr cerrar la boca de manera natural.
- Comentarios del odontopediatra durante las revisiones. El especialista puede detectar signos iniciales de mordida abierta, mordida cruzada o cambios en el paladar antes de que sean evidentes para los padres.
Si notas alguna de estas señales, es recomendable consultar con un odontopediatra. Cuanto antes se detecte la alteración, más sencillo será corregirla.
¿Es posible corregir los dientes deformados por el chupete?
En la mayoría de los casos, las alteraciones leves se corrigen de forma natural una vez que el niño deja el chupete y la mordida se va adaptando con el crecimiento.
Cuando la deformación persiste o es más marcada, el odontopediatra puede recomendar ortodoncia interceptiva u otros tratamientos sencillos que guían el desarrollo de la mandíbula y los dientes.
La clave está en retirar el chupete a tiempo y acudir a revisiones periódicas, para actuar antes de que el problema se complique.
¿Cómo ayudar a tu hijo a dejar el chupete sin trauma?
Dejar el chupete puede ser un reto, pero con paciencia y estrategias positivas se puede lograr de forma natural y sin generar ansiedad. Aquí van algunos consejos prácticos:
- Retirada progresiva
Empieza reduciendo el tiempo de uso: primero solo para dormir, luego en momentos puntuales, hasta retirarlo por completo.
- Reemplazo con otros objetos de consuelo
Un peluche, una mantita o un juguete especial pueden servir de apoyo emocional durante la transición.
- Historias y cuentos
Existen libros infantiles que explican el momento de dejar el chupete de manera divertida, ayudando al niño a entender el cambio.
- Sistema de recompensas
Refuerza cada avance con elogios o pequeñas recompensas para motivar al niño.
- Evitar castigos o presión excesiva
Forzar el abandono puede generar resistencia. Es mejor acompañar el proceso con comprensión y paciencia.
Con un enfoque positivo, la mayoría de los niños dejan el chupete de manera natural y sin traumas.
¿Cuándo acudir al odontopediatra?
Los odontopediatras recomiendan realizar la primera revisión dental alrededor del primer año de vida o cuando erupciona el primer diente definitivo. Estas visitas tempranas permiten vigilar el desarrollo de la mordida y detectar cualquier alteración a tiempo.
Las revisiones periódicas son clave, sobre todo si el niño continúa usando chupete después de los 2 años. Así, si aparece algún cambio en la posición de los dientes o el paladar, se podrá actuar de forma rápida y sencilla.
En la mayoría de los casos, las pequeñas deformaciones provocadas por el uso del chupete pueden corregirse si se abandona el hábito antes de los 3 años.
En Clínica Dental Fernández Ybarra contamos con un equipo de odontopediatría especializado en prevenir y corregir este tipo de problemas.
Si notas alguna alteración en la mordida de tu hijo o quieres revisar su desarrollo dental, agenda una consulta con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte a cuidar su sonrisa desde el inicio.
0 Comentarios.